Descubriendo los vinos de Galicia

bruno Lovelle

Galicia ofrece un espléndido tributo a la cultura del vino. Sus zonas vinícolas tradicionalmente marcadas por la brevedad de sus producciones y la precariedad de las instalaciones, han dado un gran paso en apenas una década. Hoy en día ofrece un paisaje de viñedos inmaculados, con bodegas modernas adaptadas a los tiempos y sobre todo con unos criterios de elaboración actuales.

Es una tierra particularmente de vinos jóvenes, imponiendo su extraordinaria frutosidad, frescura y el atractivo de sus elegantes y aromáticos varietales , fundamentalmente Albariño , Godello, Treixadura, Loureiro, entre otras, para los blancos y la destacada Mencía junto con la Brancellao, Merenzao, Souson y la Caiño en los tintos. También hay que resaltar las pequeñas elaboraciones con su toque de barrica (crianza), que está dando sus frutos. Una opción válida aunque no desmedida ya que las virtudes de la excelente cualidad de las uvas de esta región no deberían estorbarse con artificios innecesarios.

Por lo que conocer esas zonas vinícolas tan destacadas, merece la pena. Produciendo unos vinos que representan una alternativa singular a tantos otros conocidos. Empezando por las Rías pontevedresas en donde encontramos con los tradicionales parrales de las Rías Baixas, en la cual manda la variedad albariño, uno de los principales emblemas de Galicia, produciendo vinos blancos frescos, sutiles, secos aunque untuosos , aromáticos y con una cierta acidez. Siguiendo el cauce del río Miño hacia el centro de la comunidad subsiste la zona vinícola más antigua de Galicia, el Ribeiro. Una zona heterogénea de variedades muy abundante, aunque son los vinos blancos los más destacados y cuentan con variedades como Treixadura, Torrontés, Albariño y Loureira, consiguiendo unos vinos complejos en aromas, equilibrados, sabrosos, harmónicos y largos con buena persistencia. 

En el cauce del rio Miño hacia el norte está la Ribeira Sacra. Señalada como una viticultura heroica, sitúa sus viñedos en tan escarpadas laderas del valle que está destinada para verdaderos apasionados del vino. En esta zona ha tenido un éxito deslumbrante la apuesta inicial por la variedad Mencía, dando lugar a vinos tintos jóvenes con un color vivaz y muy atractivo, con una acidez vibrante, tonos especiados y un recuerdo a fruta fresca, siendo un vino agradable y fácil de beber. Por el rio Sil hacia, Castilla y León se encuentra Valdeorras. Con un terroir muy similar a la comarca vecina del bierzo. No obstante, la bandera de identidad vinícola de Valdeorras es, en mayor medida, la variedad blanca Godello que produce unos vinos jóvenes con aromas intensos, frutales y muy francos con buena estructura y cuerpo y sutilmente golosos. 

Como última parada y lindando con Portugal está Monterrei. Un valle que se encuentra insertada en la cuenca del río Duero. En esta tierra destacan los vinos blancos jóvenes, complejos en aromas,muy frescos y con un paladar cítrico aportado por el coupage de variedades blancas como la Treixadura, Godello y Dona Branca Y dejando paso a variedades tintas milenarias como la Mencía ,el Bastardo(Merenzao) y la Arauxa (tempranillo).