Sampayolo lleva el micromecenazgo a la viña

El apoyo económico para la compra y recuperación de la finca “A Chaira do Raimiriño” ya supera los 13.000 euros, muy por encima de los 9.000 previstos inicialmente

Cuando a Javier García Arias, socio de Bodegas Sampayolo, se le ocurrió la idea de aplicar el “crowdfunding” al sector del vino, muchos le tacharon de loco. Meses después, el éxito de la iniciativa, que finaliza en los próximos días, va a hacer posible su sueño de comprar “A Chaira do Ramiriño”, una finca en la que todavía quedan cepas de Garnacha tintorera de más de 120 años de antigüedad.

Para la compra y recuperación de este terreno, de una hectárea de extensión y ubicado en la Denominación de Origen Valdeorras, Javier García necesitaba ayuda económica, concretamente 9.000 euros, que suponían el 20% del precio total de la finca. Y así surgió la aventura del micromecenazgo. Al principio el interés tardó en arrancar, pero en cuanto los medios de comunicación se hicieron eco de la historia, fueron cada vez más los que se animaron a echar una mano para preservar esas cepas.

La finca en cuestión, “A Chaira do Ramiriño”, la conoce bien Javier ya que la trabaja desde hace cinco años, aunque no fue hasta hace dos cuando empezó a negociar con los propietarios para comprarla y recuperarla. Finalmente lo ha conseguido. El vino que sale de ahí es “Garnacha vella da chaira do Ramiriño”, y se trata de una apuesta personal del propio Javier que se muestra convencido “del gran potencial que tiene esta variedad”.

Aunque en un principio la cantidad que necesitaba para llevar a cabo el proyecto era de 9.000 euros, la aportación ciudadana ya supera los 13.000 y todavía quedan unos días por delante. Estos accionistas, dependiendo del importe de su aportación (20, 50 ó 100 euros), recibirán a cambio un vino especialmente etiquetado y único de dicha finca, una camiseta conmemorativa, que su nombre forme parte del cuadro de honor que presidirá la finca, y que una de las cepas lleve su nombre. Asimismo, algunos “mecenas” tendrán la oportunidad de visitar la finca, que tanto revuelo ha causado, en época de vendimia.

Hasta el momento un total de 106 personas han colaborado en esta moderna apuesta por la tradición y por la tierra.