Adega Cachín

«Las personas que prueban los vinos de Ribeira Sacra no quedan indiferentes porque son caldos singulares y diferentes al resto»

César Enríquez, “Cachín”, lleva con total naturalidad el hecho de que su vino haya sido protagonista  en los dos últimos años de la cena de gala del Día de la Hispanidad.  Y la misma naturalidad con la que el año pasado declinó la invitación para acompañar sus caldos a Estados Unidos, “porque la vendimia se complicó con la lluvia y era imposible irse”, le hizo viajar este  2015  a tierras norteamericanas donde disfrutó con su mujer de “esos monumentos y paisajes que te suenan de verlos mil veces en las películas”.  Adega Cachín es el sueño de un hijo de emigrantes que se acercó al mundo de la viticultura con humildad, ganas de aprender y un amor por la tierra fuera de toda duda. El resultado: Peza do Rei, un vino único.

IMG_0810-wPoner el vino en la cena de gala de la Asociación de Congresistas y Políticos Hispanos de Estados Unidos, presidida por Obama, es una publicidad que no se paga con nada 

La repercusión que tiene a nivel mundial es tremenda. Sin ir más lejos, hace unos días tuve una llamada de Rusia que querían probar el vino y también me han llamado de Alemania, de Suiza…  Aunque parece algo muy frívolo, ha sido un espaldarazo no sólo para Peza do Rei, sino también para esta Denominación de Origen y para todos los tintos gallegos. En Galicia podemos presumir de tener los mejores blancos, pero hasta ahora los tintos eran los grandes desconocidos.

Ya van dos años en los que su vino ha sido elegido para esta cena. Una vez puede ser  casualidad, pero dos ya es más difícil

Lo que pasa es que una  vez que estás metido allí, si el producto gusta, la cosa ya es más fácil, lo realmente difícil es introducirse, llegar. Y lo conseguimos gracias a un cúmulo de circunstancias, y algo de suerte, claro, porque tú puedes ser muy gracioso pero como no le caigas en gracia a alguien…  Lo que sucedió es que los importadores que nos llevan a nosotros el vino son gente que está muy bien relacionada en Estados Unidos, son muy amigos del chef José Andrés, por ejemplo, que es toda una celebridad en Norteamérica. A raíz de eso, probaron el vino, les gustó  y a partir de ahí empezó toda esta historia. El año pasado intentaron que fuera a la cena  pero como la vendimia se retrasó un poco por las lluvias, nos fue imposible ir. Este año tampoco  lo tenía fácil pero la verdad es que esta vendimia fue fantástica, el tiempo ayudó mucho y nos decidimos a viajar.

¿Cómo fue la experiencia?

Fantástica, fuimos mi mujer y yo, y fue un viaje alucinante. Visitamos sitios que aunque no conoces te suenan mucho por las películas y las series, es un sensación extraña. Estuvimos en la Casa Blanca, en el monumento a Lincoln, la Zona Cero… Un viaje inolvidable.

¿Y cómo nació Adega Cachín, esa bodega que enamora a los estadounidenses?

Adega Cachín nació con la misma Denominación de Origen. En esta zona siempre hubo viticultura, pero de autoconsumo. Mis padres habían emigrado, se habían ido a trabajar a Alemania, y los viñedos propios estaban abandonados . A mí me gustaba este mundo y estudié Formación Profesional Agraria, cuando estaba trabajando en la Escuela de Capacitación Agraria de Ourense  me surgió la inquietud de hacer algo en el mundo del vino. Así empecé  a hacer mis  pinitos en el Ribeiro, formando parte del Comité de Cata del Consello Regulador, después decidí montar mi primer viñedo aquí, fue de blanco aunque aquí la variedad que se da es el tinto, hasta que surgió la inquietud de cinco bodegueros, entre los que me encontraba, de montar la Denominación de Origen de Ribeira Sacra. Así surgió todo. A raíz de esto reformé una pequeña bodeguita, un bajo de una casa viaje, y ahí elaboré las primeras botellas de la marca  Cachín, que fue el vino que hice antes de Peza do Rei. También me preocupé por reconvertir viñedos, sacar variedades foráneas para meter las autóctonas de Galicia, hacer viñedos nuevos… En esta zona tenemos la  suerte de que contar con esa joya que son los bancales, herencia de los romanos, que nos permiten cultivar estas laderas, sin eso sería imposible hacer vino aquí. Y poco a poco lo que era un hobby, que empezó con 4.000 botellas, se convirtió en lo que es hoy. Ahora mismo estamos elaborando 50.000 botellas, que no son muchas, pero para mí que me dedico a la viticultura a tiempo parcial, es más que suficiente.

¿Quién en Cachín?

Cachín es mi padre, soy yo y es mi hijo. Los tres somos César de nombre y Cachín de apodo. No me molesta, todo lo contrario, y tanto es así que le puse ese nombre a la bodega.

IMG_0807-w

 

¿Cómo se consiguen unos vinos como Peza do Rei?

Está claro que influye todo. Los factores naturales: las condiciones climatológicas y el terreno, sobre todo este último, determinan mucho  el tipo de vino que consigues. También influye la variedad, el portainjerto, la poda y aunque todas las técnicas de cultivo que usamos no es que sean muy diferentes de las de otro viticultor de la zona, todo lo que hacemos está encaminado a que las cepas mantengan una regularidad  todos los años. Es decir, que no den cosechas muy copiosas un año y muy pequeñas, al siguiente. Procuramos distribuir bien la carga, poca carga, para conseguir unas uvas de calidad . Sin unas uvas buenas no se hace un buen vino, es imposible, en la bodega no se hacen maravillas.

¿Qué cifra alcanza la exportación en Adega Cachín?

Ahora mismo estamos vendiendo  fuera el 50% de la producción. Nuestro vino está en Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda,  Japón y nos quieren llevar a China pero voy a frenar esta operación porque aunque me gusta diversificar las ventas, tenemos el volumen que tenemos.

¿Y no se anima a aumentar la producción en un futuro?

No, puedo aumentar 5.000 botellas más la producción pero nada más. Mi idea, y siempre lo pensé, es hacer la misma cantidad, si se puede de mayor calidad aumentando viñedo y poniendo menos  uva, y como los costes de producción en Ribeira Sacra son muy altos, intentar rentabilizar esos costes subiendo un poco el precio de la botella para ser competitivos. Mejor meter mucha calidad en la botella y poder introducir nuestros vinos en esos nichos de mercado que aprecian este tipo de caldos. Al final el consumidor es el que tiene la última palabra y es el que te pone en tu sitio. Hay que ir despacio, subiendo paulatinamente según la ley de la oferta y la demanda, pero sin aumentar volumen.

Adega Cachín tiene vinos jóvenes y vinos de barrica, ¿dónde se venden mejor unos y otros?

Los vinos jóvenes tienen en Galicia mejor venta que en ningún otro sitio, mientras que los vinos de barrica gustan más fuera. Ahora está muy de moda hacer un ‘coupage’, una mezcla de vinos jóvenes agregándoles un poco de barrica, que nunca pierden esa personalidad de los aromas primarios y que ganan, además, algo de estructura. Hay mucha gente que lo está haciendo y yo probé el año pasado y la verdad es que el resultado es fantástico.

La Ribeira Sacra está teniendo un éxito tremendo, sobre todo fuera de España, ¿qué características identifican a estos vinos?

Yo soy de los que digo es que uno de los problemas más grandes que tenemos en Ribeira Sacra es que somos muy jóvenes y somos unos grandes desconocidos en muchos sitios. Por otra parte, somos bodegas muy pequeñas y no es fácil llegar a algunos mercados porque al no disponer de volumen, eso te limita.  Pero la realidad es que las personas que prueban nuestros vinos no quedan indiferentes, son singulares, diferentes, vinos aterciopelados, fáciles de beber, vinos que aunque tienen una graduación alta, son muy suaves y amplios en la boca.

¿En su caso hay relevo generacional?

Por suerte, sí. Es uno de los problemas más grandes que tenemos en Ribeira Sacra porque la mayor parte de la viticultura está en manos de gente mayor, y algunos ya están dejando los viñedos abandonados o se los pasan a bodegas grandes. En mi caso, mi hijo está empezando, éste es el tercer año que está conmigo en la bodega  y le gusta. Al final se quedará con la bodega y aquí aunque el esfuerzo es grande, la recompensa al final del día es un incentivo para continuar trabajando.