El coordinador de la Guía Peñín visita bodegas y viñedos en la D.O. Rías Baixas

Pulsa en primera persona el trabajo que desarrolla esta denominación, en el que prima la calidad

El catador y responsable editorial de la Guía Peñín culmina hoy una visita de dos días a la D.O. Rías Baixas para conocer de primera mano el trabajo que está desarrollando este sector. Tras visitar siete bodegas en diferentes subzonas, Javier Luengo marcha gratamente sorprendido por la gran evolución de estos vinos sin crianza en bodega y por la apuesta del sector por el terroir o terruño en Rías Baixas. Antes las bodegas apostaban por crear una marca fuerte, ahora se busca más que el vino refleje el terruño, “me he encontrado vinos que representan una determinada parcela”, afirma gratamente sorprendido el catador.

Javier Luengo aclara que “aunque hay diferentes estilos, sí es cierto que en este trabajo hay un nexo común en busca de la calidad desde diferentes caminos”. En este sentido, destaca el trabajo de jóvenes viticultores que apuestan por experimentar con los viñedos y construir vinos que reflejan el terruño, las variedades… vinos expresivos. También comprobó cómo otras bodegas son fieles a un estilo más conservador, con vinos albariños Rías Baixas más clásicos, obtenidos a través de medios más tradicionales y que como resultado consiguen vinos con una calidad y prestigio que perduran en el tiempo.

Durante su visita a las diferentes bodegas, este experto catador tuvo la oportunidad de visitar los viñedos, donde le explicaron el día a día al que se enfrentan los viticultores de Rías Baixas en cuestiones como la problemática de la viña, sus rendimientos o ese concepto de terroir con el que trabajan muchos viticultores de Rías Baixas que buscan reflejar el terruño en los vinos: “Yo creo que es el futuro hacia el que debería ir”, asegura Javier Luengo, para quien encontrar vinos que representan una determinada parcela es una línea de trabajo muy interesante. Ya en las bodegas, pudo realizar catas verticales de vinos sin crianza de añadas anteriores. como es el caso de una 2010. “Curiosamente lo caté en todas las bodegas que visité y esta misma añada en todas, Eran vinos que para nada estaban caídos, lo cual reafirma la gran capacidad de envejecimiento que tienen los vinos de Rías Baixas con la ausencia de lías”, afirma.

Con este trabajo de campo desarrollado, Javier Luengo queda emplazado para dentro de unos meses, momento en el que acudirá al Pazo de Mugartegui para su cata anual para la Guía Peñín, que se publicará a finales de año.