El olivo gallego podría alcanzar la importancia del Albariño en algunas zonas de Galicia, según el CSIC

El Grupo de Viticultura de la Misión Biólogica de Galicia lleva a cabo un trabajo de recuperación de variedades de olivo autóctonas para el que cuenta con la colaboración de la Asociación de Productores de Aceite y Oliva de Galicia, y la financiación de la Fundación Juana de Vega

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas desarrollará durante los próximos cuatro años un estudio para caracterizar y recuperar variedades de olivo autóctonas de Galicia. La investigación, liderada por el Grupo Viticultura de la Misión Biológica de Galicia (Pontevedra) y que cuenta con la colaboración de la Asociación de Productores de Aceite y Oliva de Galicia, está financiada por la Fundación Juana de Vega. Ambas entidades, de hecho, llevan colaborando más de una década en investigaciones en el ámbito de las Ciencias Agrarias, concretamente en el área de viticultura.

Según explicó en el acto de presentación de este trabajo la investigadora del CSIC Carmen Martínez Rodríguez: “Es el primer gran proyecto científico de olivo gallego, y por lo que hemos visto en estos cinco años que llevamos ya trabajando en el tema y realizando prospecciones, puede llegar a tener tanta importancia como la vid, para algunas zonas de Galicia”.

“En nuestro grupo de investigación hemos desarrollado ya algunos estudios científicos previos, cuyos resultados se publicarán próximamente, que han permitido confirmar la existencia de dos variedades distintas de olivo autóctonas gallegas (Brava gallega y Mansa gallega) y demostrar que existen, al menos, cinco variedades más, autóctonas de Galicia todas ellas, y totalmente desconocidas en otros lugares del mundo. Por tanto, es necesario avanzar en esta línea de investigación y conocer si existen más variedades además de las citadas, qué tipo de aceite produce cada una de ellas, si son adecuadas también para el consumo en fresco del fruto o cuáles se adaptan mejor a las distintas subzonas olivareras de Galicia”, destacó Carmen Martínez Rodríguez.

Ampliar y completar la recuperación 

En este contexto, la investigación que se acaba de iniciar tiene cuatro objetivos fundamentales. El primero, ampliar y completar la recuperación de las variedades de olivo autóctono gallego, a través de la realización de prospecciones exhaustivas. El segundo, caracterizar los ejemplares localizados a nivel botánico, molecular y agronómico, así como los aceites de aquellas que resulten diferentes y únicas. El tercero, poner a disposición del sector y de las administraciones autonómica y nacional, los datos científico- técnicos necesarios para el reconocimiento legal y comercial como variedades de olivo autóctonas de Galicia y únicas en el mundo. El cuarto, poner a disposición de viveristas y olivareros planta de las variedades de olivo autóctono gallego que presenten interés comercial.

La investigación se llevará a cabo a través de prospección exhaustiva y marcado de nuevos ejemplares de olivo centenarios en las cuatro provincias gallegas; recolección de aceituna, muestras foliares, etc, para su posterior caracterización molecular, botánica y agronómica de los nuevos ejemplares de olivo localizados; obtención y caracterización de aceites y puesta a punto de la técnica de enraizamiento de cada una de las variedades.

Los detalles de la investigación, que se acaba de iniciar, se han dado a conocer esta mañana en una rueda de prensa en la Delegación Institucional del CSIC en Galicia (Santiago de Compostela) en la que han intervenido, en representación del CSIC, su delegado en Galicia, Eduardo Pardo de Guevara y Valdés; y la directora del Grupo de Viticultura de la MBG, Carmen Martínez Rodríguez, investigadora científica del CSIC en la MBG. Por parte de la Fundación Juana de Vega han intervenido su presidente, Enrique Sáez Ponte, y su director, José Manuel Andrade. Por parte de APAG ha intervenido su presidente, José Antonio García.

El Grupo de Viticultura y la Fundación Juana de Vega

El Grupo de Viticultura de la MBG, dirigido por Carmen Martínez Rodríguez, desarrolla actividades de I+D en el área científico-tecnológica de viticultura y desde el año 2012, también en olivo gallego. La Fundación Juana de Vega es una entidad jurídica privada constituida en el año 1872 que tiene por objetivo contribuir al desarrollo del medio rural gallego a través de diversas líneas de trabajo entre las que figura el apoyo de acciones de investigación e innovación.

Ambas entidades comenzaron a colaborar en el año 2006 a través de la realización, por parte del Grupo de Viticultura, de investigaciones financiadas por la Fundación, entre las que figuran los proyectos y contratos “Estudio del potencial de la variedad Blanco Lexítimo en la zona vitícola de Betanzos” y “Evaluación de la virulencia de distintas poblaciones de hongos responsables del Muldiu, Oidio y Botrytis en distintas denominaciones de origen gallegas”.