Francisco Javier Sanromán, Adega Sidrón

«Negueira siempre fue una zona de viñedo, de mucha historia, e intentamos que eso no se muera»

Francisco Javier Sanromán cuenta que el ejemplo de su colega Manuel Cancio fue uno de los factores que influyó a la hora de poner en marcha su proyecto en Negueira de Muñiz. También le ayudaron los consejos de dos grandes expertos: Paco Rego y Roberto Regal, quienes le animaron a dar el paso. Hoy en día, con una producción de poco más de 2.500 botellas, sueña con el momento de poder ser un viticultor a tiempo completo

¿Ya ha conseguido dedicarse en exclusiva a los vinos o sigue alternando esta pasión con su trabajo de camionero?

De momento seguimos alternando, aún no hemos conseguido vivir al 100% de los vinos. Nuestra producción a día de hoy no nos da para vivir de las viñas, esperemos que en un futuro, no muy largo, podamos dedicarnos exclusivamente a esto en Negueira de Muñiz

En su familia siempre ha habido viñedos, ¿lo de montar una bodega fue un paso natural?

Montar la bodega es una cosa en la que llevábamos años pensando, sobre todo con el precedente que teníamos aquí de Panchín. Y justo antes de decidirnos a poner en marcha la bodega hubo una serie de afortunadas coincidencias como la celebración, aquí en Negueira, de unas jornadas del vino en las que participaron enólogos y sumilleres. Y ahí nos encontramos con Paco Rego y aunque ya le conocía, aquel día pude hablar largo y tendido con él. Paco me habló de la necesidad de que los jóvenes tirásemos para adelante con este tipo de proyectos y la verdad es que me dio mucho en qué pensar. También en esas jornada conocimos al enólogo Roberto Regal, que realmente apostó por nosotros para que pusiéramos en marcha la bodega.

¿Ser viticultor en Negueira de Muñiz y hacerlo recuperando variedades ancestrales es de locos o de románticos?

En mi familia siempre hubo viñas, recuerdo a mis abuelos, a mis padres, y un día la familia te dice que te tienes que hacer cargo tú de las viñas porque ellos ya están mayores y la verdad es que hoy en día estoy totalmente entregado a este mundo, mucho más que cuando lo llevaban mis padres.  Ésta siempre fue una zona de viñedo,de mucha historia, e intentamos que esto no se muera. Respecto a tu pregunta, creo que hay algo de las dos cosas: somos románticos por querer seguir en Negueira de Muñiz, una zona que todos dicen que está muy alejada, aunque yo creo que estamos en el centro, en el medio de Asturias y Galicia, por lo que los que están lejos son los demás (risas), y evidentemente también hay un punto de locura. Estamos hablando de una bodega cuya producción (unas 2.500 botellas) no  da para vivir.

¿Cuántos vinos están comercializando?

Tres vinos distintos, una Blanca Legítima 100%, un tinto Mencía y un vino de Finca, que es La Marcada, elaborado con distintas variedades entre las que se encuentran las que estamos intentando recuperar que es el Verdello Tinto y el Tinto Serodo.

¿En qué punto se encuentran los trabajos para crear una IGP para Negueira de Muñiz?

A día de hoy no hay posibilidad de que Negueira, por sí sola, saque una IGP. Hace un tiempo hubo una posibilidad de una tercera bodega aquí, pero el chaval que quería poner en marcha el proyecto lo paró. A ver, en Negueira de Muñiz debe haber unas 20 bodegas pero la mayor parte elaboran vino sólo para consumo propio  y si sobra algo, venden el excedente. Dar el paso de profesionalizar estas bodegas, yo no percibo que haya nadie  que quiera dar el paso adelante.

¿Qué diferencia a esta tierra de otras?

No lo sé, cada zona tiene su encanto, cada sitio es distinto y en Galicia tenemos la suerte de contar con esa variedad de paisaje, de riqueza. Hablando de viñedos, en Negueira tenemos la suerte de tener unas variedades autóctonas que son difíciles de encontrar en el resto de Galicia y de las que estamos sacando unos grandes resultados. Quizás sea por el clima, por donde estamos situados, por estos valles… No sé explicar por qué ciertas variedades encontraron aquí el mejor sitio para ofrecer toda su expresividad. Negueira además tiene el encanto de que en muy pocos kilómetros pasas de 300 metros de altitud a 1.100.

¿Dónde está vendiendo sus vinos?

Estamos vendiendo en Galicia, sobre todo, y también en Asturias, un mercado en el que hemos entrado este año, y en Barcelona.

¿Está inmerso en algún nuevo proyecto?

Siempre se busca algo nuevo. Este año, por ejemplo, hemos hecho una micro vinificación de un verdello blanco, que no salió todo lo bien que esperábamos, así que seguiremos intentándolo. Nos gusta el Verdello Blanco y esperamos tener un vino en el mercado en siete u ocho años. Es una variedad que está en esta zona desde hace muchos años.