Vendimia 2018, una vendimia tranquila (o casi), con uvas de calidad

Lejos queda ya la vendimia de 2017, que fue una auténtica pesadilla para los viticultores gallegos por unas heladas que casi arruinan el trabajo de todo un año. Este 2018 ha traído consigo una cosecha, en general, tranquila, larga, con récord de kilos de uvas en la mayor parte de las denominaciones de origen de Galicia y una calidad notable. Al cierre de este número de la revista, aún quedaban unos días de trabajo por delante, pero los responsables de los consejos reguladores ya hablaban de una de las mejores vendimias de los últimos años.

 

“La vendimia de este año en Galicia destacará por su alta calidad, con una previsión de recoger aproximadamente 61 millones de kilos de uva en el conjunto de las cinco denominaciones de origen de nuestra comunidad”. Así lo avanzó la ya ex-conselleira del Medio Rural, Ángeles Vázquez, en los inicios de la cosecha y, aunque quedan unos días para que finalice oficialmente la recolección de uva, parece que este anuncio se ha cumplido a la perfección. 

Así, las previsiones del Gobierno gallego indicaban que el volumen de uva previsto recoger era casi idéntico al del año pasado, cuando se vendimiaron 61,4 millones de kilos. Como en anteriores recogidas, la mayor parte del fruto correspondería a la denominación de origen Rías Baixas, con casi el 60% del total. En esta D.O., la vendimia se inició el pasado día 8 de septiembre y está previsto que finalice en la semana del 22 de octubre, con la recogida de aproximadamente 36 millones de kilos. Rías Baixas es la denominación de mayor dimensión de las gallegas ya que cuenta con más de 5.000 viticultores, una superficie de cultivo que supera ligeramente las 4.000 hectáreas, que albergan a las más de 180 bodegas adscritas a la Denominación.

Las previsiones en Rías Baixas indicaban, además, que la vendimia sería de las mejores de la historia en cuanto a calidad, a pesar de que, señalaban, podría disminuir en cantidad alrededor de un 7% respecto a la pasada campaña, según los primeros cálculos estimativos que manejaba su consejo regulador. A este respecto, la D.O., a través de su departamento de Comunicación, evitó facilitar   a los medios a fecha de 15 de octubre, datos orientativos de la cosecha de este año hasta que no finalizara el proceso.

Atendiendo a otros años, y por volumen de uva a recoger, la siguiente denominación en importancia tras Rías Baixas es la del Ribeiro. Aquí tienen previsto vendimiar unos 10 millones de kilos, frente los 9,6 millones de la anterior campaña. A continuación estaría la DO Ribeira Sacra, con una previsión de 6 millones de kilos (en el 2017 se recogieron 5,5 millones). Luego vendría Valdeorras, con 5 millones de kilos (4,2 el pasado año) y por último Monterrei, con una previsión de 4 millones de kilos, frente los 2,8 recogidos en la vendimia anterior.

En Cepas y Vinos hemos hablado con técnicos y responsables de Monterrei, Valdeorras, Ribeiro y Ribeira Sacra (Rías Baixas evitó hacer valoraciones) para que nos hicieran un resumen de lo que está siendo la vendimia de 2018. Estas han sido sus respuestas:

Luis Miguel López, director  técnico de la Denominación de Origen Monterrei

El director técnico de la Denominación de Origen Monterrei, Luis Miguel López, reconoce que la vendimia se retrasó levemente con respecto a la de 2017: “La iniciamos el 14 de septiembre y esperamos que acabe a lo largo de esta semana (la del 15 de octubre). En lo que se refiere a cantidad de uva, López señala que esperan superar los cinco millones de kilos, “pero no sabemos exactamente en cuánto porque aún están recogiendo uva en algunas bodegas”.

En lo que respecta a la calidad,  y debido a las buenas condiciones climáticas de los últimos días, se muestra muy optimista: “El tiempo que tuvimos favoreció que el estado sanitario de las uvas fuera excelente, y la escasez de precipitaciones ha permitido que las uvas se fueran vendimiando en el momento de su maduración óptima, ni antes, ni después”.

Llegados a este punto, no queda más remedio que echar la vista atrás, hacia la cosecha de 2017: “Nada que ver con la vendimia del año pasado, que estuvo marcada por las heladas primaverales. Este año no hemos tenido, afortunadamente, esas heladas, por lo que la uva estaba muy bien”. Reconoce, no obstante, que sí ha habido una pequeña incidencia de Mildiu, “pero  gracias a los tratamientos aplicados, enseguida fue controlada”. 

Así que las condiciones climáticas fueron ideales, para el desarrollo de una cosecha que, como señala, “esperamos que sea de buena o muy buena calidad, aunque habrá que esperar a la obtención de los vinos para corroborar esto”. Las perspectivas, sin embargo, son muy buenas, dado el buen estado fitosanitario de las uvas y el buen grado de maduración de las mismas: “Esperamos que los vinos sean también muy buenos, que reflejen esa calidad”, subraya Luis Miguel López.

Que está siendo una gran vendimia es algo que tiene claro el director técnico de la D.O. Monterrei: “Creo que estará posiblemente entre una de las mejores vendimias en esta denominación”. Las cifras desde luego son muy positivas: “El año pasado recogimos 2.800.00 kilos de uvas, que fue un desastre, en 2016  estuvimos en los 4.700.000 kilos y este año esperamos superar los cinco millones de uvas”.  En este sentido, destaca que la Denominación ha recuperado los valores de hace dos o tres años, ligeramente incrementados”.

En Monterrei hay 26 bodegas que vendimian al amparo de las normas del Consejo Regulador y la cosecha no ha variado de una zona a otra. Para supervisar el proceso, la D.O. ha contratado a nueve técnicos que acompañaron a los dos habituales de la Denominación en la vendimia. 

 

José Manuel Rodríguez, presidente del Consello Regulador Ribeira Sacra

Para el presidente de la D.O. Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, ésta está siendo una vendimia normal, “comenzó a mediados del mes de septiembre, con vendimias puntuales, y acabará en esta semana porque ya están recogiendo las últimas uvas”. 

La previsión que hicieron desde el Consejo al inicio de la cosecha, de que este año  se rondarían los seis millones de kilos de uva recogidos, se va a superar: “Ahora mismo ya hemos pasado de los 6 millones y aún queda uva por recoger”, destaca Rodríguez.

En lo que se refiere a la climatología, el presidente de la Denominación de Origen asegura que cada año las circunstancias son diferentes: “Galicia tiene el clima que tiene, el año pasado tuvimos los problemas de una helada tremenda en primavera en muchas zonas, y este año no la hubo. Pero en este 2018 hemos tenido ataques de Mildiu”. Es por ello que, dice, “cada año tenemos  y tendremos una preocupación diferente”. 

Hablando de la calidad del vino, el único presidente que la Ribeira Sacra ha tenido hasta el momento, no duda en vaticinar que “en principio este año el vino debería ser muy bueno, algunos dicen que habrá un vino excepcional, aunque yo creo que eso depende de más cosas”. Que la uva se haya recogida sana y que no haya llovido durante la vendimia es para José Manuel Rodríguez, “garantía de que va a haber un buen vino”.

Al amparo de esta Denominación de Origen vendimiaron este año 96 bodegas, algunas de ellas en pendientes tan pronunciadas que han dado todo el sentido al término de “viticultura heroica”. Pese a ello,  José Manuel Rodríguez intenta normalizar una situación que a ojos extraños es cuando menos llamativa: “Esto es como todo, como el que está colgado en un arnés en una fachada limpiando cristales. A nosotros no parece algo extraordinario  y aunque ciertamente no es normal, seguro que para el trabajador lo es. Aquí nos pasa lo mismo, movernos en esas pendientes es para nosotros algo habitual porque llevamos haciéndolo toda la vida, también hay viñas en las que sólo se puede entrar en barca. Eso es el día a día para cada bodeguero de esta zona”.

Por último, y a la hora de calificar la cosecha de 2018, el presidente de la D.O. Ribeira Sacra, asegura que este año “ha sido notable”. 

Jorge Mazaira , director técnico de la Denominación de Origen Valdeorras

La intensa lluvia que caía el lunes 15 de octubre en la zona de Valdeorras provocó un retraso en el cierre de la campaña de la vendimia de 2018 en esta Denominación de Origen: “Acabaremos la semana que viene porque ahora mismo está lloviendo bastante fuerte. Aún nos quedan un par de bodegas con algo de Garnacha Tintorera y un poco de Sousón, que aún no les alcanzó el punto óptimo y  prefieren esperar unos días”. Y, a pesar de que también faltaba por  rematar la cosecha en la bodega de Joaquín Rebolledo, el 99% de la uva de Valdeorras ya estaba en bodega.

Alrededor de mes y medio ha sido la duración de esta vendimia, muy similar a las anteriores, en la que llevan recogidos 4.600.000 kilos de uvas: “Esperamos acabar la cosecha sobre los 4.700.000 kilos de uva, una cifra muy buena teniendo en cuenta que el año pasado se había cerrado la vendimia con 4.100.000 kilos”.

Mazaira, como el resto de denominaciones de origen de Galicia, reconoce que en relación a la del año pasado, ésta ha sido una vendimia “muy tranquila, muy sosegada, en la que el tiempo nos permitió la licencia de vendimiar en el punto adecuado de madurez de la uva, que ha pasado en muy pocos años. Realmente este año ha sido magnífico hasta ayer, que fue cuando empezó a llover”. 

El director técnico de la D.O. Valdeorras asegura que la madurez de la uva recogida es la óptima, y que las uvas muestran un potencial bastante importante, “sobre todo en los tintos, por el sol y el calor que hizo, así que esperamos que los vinos de 2018 sean muy buenos”.

Y aunque duda a la hora de reconocer que ésta haya sido una de las mejores vendimias de los últimos años, reconoce que ha sido muy buena y, sobre todo, “tranquila”. “Las plantas venían tocadas de Mildiu, pero lo que quedó estaba en muy buenas condiciones”. Aún así, cree que la cosecha de este año no es comparable a la de, por ejemplo, 2011 “que fue excepcional en todos los aspectos”.

Ahora toca esperar para probar el vino que sacarán las 43 bodegas que vendimiaron este año, bajo el paraguas de la Denominación de Origen Valdeorras, un total de 1.150 hectáreas.

Juan Manuel Casares, presidente de la Denominación de Origen Ribeiro

Casares destacó que, si bien la cantidad de uvas recogida era incluso menor que la del año pasado, “la calidad de la uva que ha llegado a la bodega es excelente”. Casares explicó que, “a falta de una empresa por terminar el proceso, finalmente rondaremos los nueve millones de kilos de uva recogidos, y esa cifra no es buena”. La explicación nos la da el propio presidente de la D.O.: “Aunque la vendimia de este año volvió a los tiempos normales del Ribeiro, es decir, la segunda quincena de septiembre, las lluvias intermitentes de este año provocaron el ataque de Mildiu, Oídio, e incluso algo de Black-rot en algunas zonas, lo que obligó a las bodegas a hacer un sobreesfuerzo en lo que se refiere a cuidados del viñedo para atajar el ataque fúngico”.

Tras un 2017 en el que la vendimia, no sólo en el Ribeiro sino en toda Galicia, fue bastante mala por culpa de las heladas de la primavera, la posterior sequía y el granizo de finales de agosto, este año parece que tampoco ha sido la cosecha tranquila que todos hubieran deseado. A este respecto, Juan Manuel Casares reconoce su decepción a nivel cuantitativo con lo recogido, pero insiste en que afortunadamente todo lo recogido es de excelente calidad y eso quedará reflejado en los vinos de esta añada.

La vendimia en esta denominación comenzó el día 4 de septiembre y se prolongó hasta el 15 de octubre. En esos cuarenta días, las 103 bodegas que vendimiaron al amparo del Consello Regulador, recogieron cerca de nueve millones de kilos de uvas, concretamente 8.976.015, aunque el dato, como indicaron desde la D.O. todavía era provisional y podría variar finalmente. 

¿Y qué está pasando fuera de Galicia?

La Denominación de Origen Rioja está situada en el norte de España, a ambos márgenes del río Ebro. Se divide en tres grandes zonas: Rioja Alta, Alavesa y Oriental, y cuenta con más de 60.000 hectáreas.

En su último boletín de maduración de la uva, publicado el pasado 10 de octubre, la D.O. hablaba de estabilización de los parámetros analizados en la Rioja Oriental, que se encontraba ya  en plena vendimia, incluso con alguna bodega ya que había  finalizado la misma.  También se refería a lo equilibrado del peso de la baya en todas las zonas. 

El buen tiempo también ha sido la norma en los viñedos de la Rioja, donde  a mediados de octubre ya llevaban varias semanas de buenas condiciones meteorológicas, “que están haciendo llegar a situación de vendimia con un buen estado sanitario y vegetativo del viñedo”. Para finales de la semana  del 10 de octubre ya se preveía una vendimia generalizada de forma selectiva en toda la Denominación.

También  nos hemos interesado por saber cómo está transcurriendo la vendimia en La Mancha,  la región vitivinícola más extensa del mundo, y la D.O. con más viñedo acogido de toda Europa. Una zona donde prima la calidad, ya que el rendimiento por hectárea no es muy elevado. Crecidas a setecientos metros de altitud, en suelos calizos, y con un clima continental de veranos cálidos e inviernos fríos, destacan las tres mil horas de sol anuales que aportan calidez a su gran variedad de uvas. 

Sus variedades blancas son la Airén, Macabeo, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo, Moscatel de grano menudo, Pedro Ximénez, Parellada, Torrontés, Gewürztraminer, Riesling y Viognier. Entre las tintas, destacan: Tempranillo, Garnacha, Moravia, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Petit Verdot, Graciano, Malbec, Cabernet Franc y Pinot Noir.

Con un retraso de varias semanas con respecto a la campaña del año pasado, la vendimia de la variedad Airén avanzó a buen ritmo en toda la Zona de Producción, marcando ya el tramo final de la campaña en la Denominación de Origen La Mancha, si bien también hay otras variedades de ciclo tardío que se recolectarán mayoritariamente este año a partir de la segunda o la tercera semana de octubre, como la tinta Cabernet Sauvignon.

En términos de calidad, tras unos comienzos titubeantes y con cierto temor por la irrupción de tormentas localizadas en algunos puntos de La Mancha, el calor se ha convertido en invitado de las últimas semana en el viñedo, lo que ha permitido que el fruto entre en las bodegas completamente sano y con buen equilibrio entre dulzor y acidez.

No obstante, la graduación media está algo por debajo de lo que se da habitualmente en La Mancha, que suele ser muy alta por la abundancia de sol, lo que favorece una rápida maduración. Este año el proceso ha sido más lento, principal causa del retraso en la recolección.

En líneas generales se ha apreciado una buena calidad en el fruto y un claro incremento en la producción, que podría superar el 25 por ciento con respecto al año pasado, tal y como se ha indicado ya desde algunas organizaciones profesionales.

Por último, en Ribera del Duero, que comenzaron la vendimia el pasado día 17 de septiembre, arrojaba a fecha de 15 de octubre el siguiente dato provisionale: 79.308.658 kilos de uva recogidos.  El número de instalaciones abiertas para la cosecha de 2018 fue de 227, mientras que en 37 ya había terminado el proceso de recolección.

Al igual que en Galicia, 2017 fue un año muy malo para esta denominación de Origen, todo lo contrario que la presente vendimia, que se preveía, y así fue finalmente, normal en cantidad y buena en calidad. 

La Denominación de Origen Ribera del Duero surgió a iniciativa de una serie de viticultores y bodegueros preocupados por impulsar los viñedos y la calidad de los caldos de esta zona. El primer Acta que se recoge en los libros del Consejo Regulador data del 23 de julio de 1980, fecha en la que este Organismo actuaba con carácter provisional.Dos años después, el 21 de julio de 1982, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación otorgó a la Ribera del Duero la Denominación de Origen y aprobó su primer Reglamento.

Desde entonces, la puesta en marcha de nuevas prácticas de cultivo, la introducción de las más modernas tecnologías para la elaboración del vino y los rigurosos procesos de control aplicados desde el Consejo Regulador han hecho de la Ribera del Duero un sinónimo de calidad.