Bodega Tolo do Xisto

» En Ribeira Sacra me enamoré de la zona, de la enología y del mundo del vino»

 

Unas prácticas en la Ribeira Sacra la convencieron de que algún día pondría en marcha su propia bodega en esta zona y unos años más tarde nació “Tolo do Xisto”, un proyecto para el que ha contado con la colaboración del que fuera su profesor en Tarragona, Toni Coca, y de su hermano. A ambos les contagió la pasión por esta tierra y este suelo, y por una forma de viticultura distinta, heroica para algunos y “de locos” para otros muchos. Con una idea muy clara de cómo deberían ser los vinos de “Tolo do Xisto”, “muy francos, muy limpios y fiel reflejo de la identidad del paisaje”, Andrea Obenza lleva más de seis años viviendo el sueño que tuvo un día y que finalmente alcanzó.

 

¿Cómo surgió Tolo do Xisto y cuál es su vinculación con este proyecto?

Toda mi unión con el mundo del vino nació en Ribeira Sacra. En casa, como en muchos otros hogares en Galicia, teníamos algunas cepas para hacer vino pero para nosotros, sin grandes pretensiones. Yo estudié en Lugo y me vine a hacer prácticas en la Ribeira Sacra y aquí me enamoré de la zona, de la enología y del mundo del vino. De ahí me fui a Tarragona a estudiar la Licenciatura de Enología y coincidí con Toni Coca, que era mi profesor. Cuando más tarde trabajé en una bodega en Terra Alta, él estaba también de asesor y, además de hacernos buenos amigos, vimos que éramos muy afines, que teníamos una forma muy parecida de entender el vino y el viñedo. Yo le conté mi idea de hacer algo, algún día, en la Ribeira Sacra y cuando mi aventura en Terra Alta acabó, me volví a Galicia y al poco tiempo me llamó para decirme que tanto a él como su hermano les gustaría formar parte de ese proyecto del que yo les había hablado. Querían compartir esta aventura conmigo y nos pusimos en marcha enseguida, Lo primero fue buscar el viñedo y así fue como echó a andar “Tolo do Xisto”.

¿De esto hace ya seis años?

Un poco más porque en 2013 fue nuestra primera cosecha.

¿A quién se le ocurrió el nombre de Tolo do Xisto (Loco de la Pizarra)?

Yo tenía claro que la palabra xisto tenía que estar presente porque al final es lo que nos rodea, es la piedra que está en los bancales y define un poco lo que es la Ribeira Sacra. Lo de  tolo vino porque la primera vez que Toni vino a la Ribeira Sacra alucinó y no paraba de decirme que había que estar loco para mantener esta forma de viticultura a lo largo de los años  y que había que estar un poco loco también para meterse en este proyecto, de ahí nos vino lo de “Tolo do Xisto”. Nos lo repetimos uno a otro varias veces durante un tiempo y nos gustó. Creemos que es el nombre que mejor nos define, tanto por la zona como por la ubicación del viñedo.

¿Los bancales que tenéis forman parte de lo que entendemos como viticultura heroica?

Sí, está en el cañón del Sil, en la zona de Vilachá de Salvadur, y sí, son bancales en pendiente. 

Se está acercando la vendimia, ¿habéis empezado ya a trabajar en alguna zona?

No, todavía estamos realizando controles de maduración, porque tenemos viñedo a lo largo de la ladera, ubicado en diferentes alturas divididas entre la parte alta, la parte media y la parte baja. Dentro de esas tres zonas ya se ve un estado de maduración en las viñas muy diferente entre sí. A la parte alta todavía le falta un tiempo, quizás esté lista para mediados de septiembre, pero en la parte baja, sobre todo en una zona muy pequeñita que se llama Os Conventos, que es una parcela de donde sacamos la uva para hacer un vino en concreto, supongo que tendremos que vendimiar ya estos días. Es una zona donde casi no hay suelo, es prácticamente todo piedra y las cepas sufren bastante, además se trata de una parcela cerca del río y todo eso influye en una maduración más temprana. 

¿Cómo esperáis la vendimia de este año teniendo en cuenta que ya hay zonas que cuentan con que la producción sea menor que en 2018?

El año pasado tuvimos una producción muy buena, tanto en calidad como en cantidad, y sí es verdad que este año tenemos bastante menos producción que en 2018. No podemos achacarlo a nada en concreto, no hemos tenido afección de mildiu, ni otro tipo de problema fitosanitario, no hubo problemas de granizo, ni heladas en nuestros viñedos, simplemente hubo viñas en las que los racimos no salieron adelante. Así que será un año de menos producción, pero yo soy de las que creo que la naturaleza es sabia y va compensando una vendimia, al final la planta se va equilibrando. 

¿Siempre tuviste claro que querías poner en marcha tu proyecto empresarial en Ribeira Sacra ¿Qué tiene esta zona que enamora a todos?

Cuando llegas a Ribeira Sacra, da igual de donde vengas, te enamora la tranquilidad, el paisaje, el olor, todo en general. Y después, estamos hablando de un terreno muy especial, poco fértil , y estás seguro de que vas a tener una uva de calidad excelente al final. En cuanto a las variedades, qué te puedo decir, en Galicia tenemos la suerte de tener un montón de variedades autóctonas, que es algo que nos diferencia de otras zonas. Todo esto se une para dar una zona vitícola completamente diferente al resto y que provoca que cuando llegues aquí te sorprenda. La ladera, la pendiente, los colores, todo juega a favor de ese enamoramiento del que te hablaba al principio. Y ya después cuando pruebas los vinos, todavía más, porque es cuando te das cuenta realmente de ese carácter diferencial, de los vinos tan auténticos que da esta tierra.

¿Cuántos vinos estáis comercializando ahora mismo?

Ahora mismo vendemos tres vinos, todos elaborados con Mencía. Uno es con la uva que sale exclusivamente de los viñedos de la parcela de Os Conventos y en los años que consideramos excepcionales, con una crianza en barrica y botella. por eso no sale al mercado cada año. Actualmente está en el mercado 2015 y 2018 que ahora mismo está en barrica. Es un vino muy elegante y aromático, un poquito especiado, y con una boca muy fina. Después tenemos Tolo do Xisto, que es el vino con el que empezamos nuestro proyecto y que procede de la uva de la parte media y baja del viñedo, con una muy buena maduración y una maceración un poco larga. Muy aromático, con mucha fruta. Este vino tiene una pequeña crianza, muy corta, de unos tres meses, para darle un poquito más de volumen y complejidad en boca. Y este año hemos sacado al mercado el “Ruxe Ruxe”, con la cosecha de 2018, es un vino muy joven, muy fresco y tremendamente varietal. Lo elaboramos con uva procedente de las parcelas más altas y con uva que compramos.  Lo que siempre buscamos en nuestros vinos, es que sean muy francos, muy limpios y que reflejen perfectamente la identidad del paisaje que tenemos.

¿Cómo han ido evolucionando vuestros vinos en estos años?

Evidentemente han ido evolucionando y aproximándose más al perfil de vinos que tenemos en mente desde el principio. Ten en cuenta que empezamos en 2013 que fue un año de una cosecha un tanto complicada. Antes de empezar a buscar viñedo, lo que hicimos fue catar muchos vinos de diferentes zonas dentro de la D.O. para ver cuál era el perfil con el que no sentíamos más identificados, aunque yo tenía muy claro que la que más me gustaba era la del Sil. Y debo decir que, aunque hicimos catas a ciegas, tanto Toni como yo nos encaminamos muy bien al perfil de vino que buscábamos. Yo creo que a partir de la vendimia de 2015 el vino se ha aproximado mucho más a lo que buscábamos, un vino muy limpio, con mucha expresión de fruta, muy fresco y mineral en boca. Lo que intentamos y esperamos es mejorar cada año.

Es evidente la proyección fuera de España de los vinos de Ribeira Sacra, ¿es algo que se nota en la comercialización?

Nosotros somos tres socios y la parte comercial la lleva Miquel Coca, quien podría contestarte mejor que yo, pero sí es cierto que sobre todo en mercados muy concretos, como es el caso de Reino Unido, por ejemplo, cada vez demandan más los vinos de esta zona. Y cuando haces catas es un vino que siempre suele sorprender gratamente. Cada vez hay mayor demanda.

¿Qué producción tenéis de vuestros vinos?

Rondamos las 20.000 botellas entre los tres vinos. Y creo que en principio nos quedaremos en esa cantidad.

Con todas las dificultades que entraña el hacer vino en una zona como la que estáis vosotros, tener una producción de 20.000 botellas es para pensárselo. ¿Se podría decir que Tolo do Xisto es puro romanticismo?

Evidentemente no es una empresa para hacerse rico, lo que nos mueve al final es la ilusión, es algo que nos apasiona y cuando mis socios vienen a Galicia lo disfrutan tanto o más que yo. Es un proyecto que te nutre y te llena de muchas cosas, la parte económica no la puedes tener sólo en cuenta en un proyecto de este tipo. La zona es la que es, los costes de producción son muy altos, todo esto hace que su rentabilidad sea más lenta. Lógicamente esperamos que a medio plazo sea un proyecto viable, pero es cierto que ahora lo que nos compensa es la ilusión y el romanticismo de sacar adelante una aventura de este tipo. Creo que esta zona no la puedes encarar pensando en tener un beneficio económico a corto plazo, no tendría sentido.