Xiana Domínguez Álvarez, gerente bodega “Chao do Couso”

“Alcouce es un Mencía complejo, es un vino fruto de la paciencia”

La bodega Chao do Couso, en A Pobra de Trives, fue fundada en 1998 por Pío Domínguez. Lo que inicialmente fue el plan B de una pareja que estaba opositando se ha convertido con los años en un proyecto completamente consolidado. Ubicada en la parte ourensana de la Ribeira Sacra, la bodega que ahora dirige Xiana Domínguez, la hija de Pío, cuenta con la colaboración del prestigioso enólogo Luis Buitrón y fruto de esa asociación nacieron dos vinos: “Xiana”, un Mencía joven, y “Alcouce”, un Mencía pasado por barrica. Precisamente el “Alcouce” que está ahora en el mercado es el sorprendente resultado de 41 meses en roble. Toda una experiencia para los sentidos.

Su padre fundó la bodega “Chao do Couso” hace 22 años, ¿tenía alguna vinculación con el mundo del vino?

En mi familia siempre hubo viñas y era costumbre elaborar vino para casa o para los vecinos, estoy hablando de algo que empezó hace cuatro generaciones. Además, mis padres y mis cuatro abuelos son del mismo pueblo por lo que la tradición viene de ambas ramas de mi familia. Lo que marcó un punto de inflexión fue que tanto mi padre como mi madre preparaban oposiciones y como había posibilidades de que suspendieran el examen y ya tenían dos hijas, decidieron poner en marcha un Plan B que fue montar una bodega para elaborar vino de una forma profesional. A los viñedos que ya tenían, que eran bastantes, le sumaron algunos terrenos más que fueron comprando y así empezó la bodega. Y aunque finalmente ambos aprobaron la oposición, decidieron seguir adelante con el proyecto y compaginarlo con su actividad.

Y ahora la bodega está en sus manos

Sí, yo estudié Ingeniería Agrícola en Lugo y cuando acabé me fui a trabaja a Valencia a una Cooperativa de Vino. Mi regreso a casa coincidió con que mi padre tuvo que jubilarse anticipadamente por un problema de salud, así que ahora soy yo la que estoy al frente.

Imagino que tendrá muchos recuerdos vinculados a esta bodega y a los viñedos

Sin duda, desde pequeña iba a la viña con mis padres y para mí aquello más que un trabajo era una fiesta: comíamos en el lagar y en época de vendimia nos juntábamos toda la familia, era muy divertido. Recuerdo que arábamos con burro y yo me ponía delante y que me mandaban coger los cántaros de agua para poner el sulfato… No sé en qué momento decidí estudiar Ingeniería Agrícola, no tengo un recuerdo del instante en concreto en el que tomé esa decisión pero imagino que todos esos buenos recuerdos influyeron.

La bodega está en A Pobra de Trives, en Ourense y forma parte de la D.O. Ribeira Sacra, ¿qué le aportan esa tierra y ese clima a los vinos?

La verdad es que cuando digo que hacemos vinos en esta zona, la gente se sorprende bastante porque asocian el lugar a la estación de esquí de Manzaneda, o sea a nieve y montaña. Pero la estación está arriba y nosotros estamos en el valle. Ahora, afortunadamente, ya se empieza a asumir que nosotros también somos Ribeira Sacra, se empieza a conocer más esta zona del río Bibei y la verdad es que están saliendo unos vinos excepcionales. Somos pocas bodegas pero el resultado y la acogida que estamos teniendo son muy buenos.

¿Cuántos vinos comercializan en Chao do Couso?

Hacemos dos vinos, dos tintos, un Mencía joven y otro en barrica de roble. Y digo hacemos, en plural, porque incluyo a nuestro enólogo, Luis Buitrón, que es el que se encarga del apartado enológico de la bodega. En ese tema, él manda y yo obedezco porque confío mucho en él. 

¿Qué tipo de vinos son, cómo los definiría?

Nuestra producción es pequeñita, la mayor parte de la uva que tenemos la vendemos a otras bodegas de la zona. El Mencía joven se llama “Xiana”, como yo, y es del año, es un vino que gusta mucho, que tuvo muy buena salida comercial desde el principio. Y el otro vino, “Alcouce”, es más complejo, el que estamos vendiendo ahora estuvo 41 meses en barrica de roble. Sé que suena un poco loco y creo que somos la única bodega que hace algo así, pero merece la pena. Una vez me preguntaron si creía en la crianza del Mencía y es obvio que sí (risas).

¿Cómo sale un Mencía después de estar 41 meses en barrica?

Muy bueno. Éste es un vino fruto de la paciencia, normalmente cuando tengo un vino en barrica no estoy segura del tiempo que va a estar allí, de hecho el anterior lo tuve 24 meses. Vamos viendo cómo evoluciona el vino, a veces aguanta bien y otras no quiere tanto tiempo. Ahora mismo el “Alcouce” que está en el mercado es de 2014. 

¿Dónde se pueden comprar estos dos vinos?

El “Xiana” salió al mercado un poco por la insistencia de los bares y restaurantes de la zona, que me pedían un vino joven porque el “Alcouce” por copa se les disparaba de precio. Así que en 2015 decidí hacer unos litros de vino joven y justamente ese año hubo una tormenta en el mes de julio que se llevó mucha cosecha por delante; aún así el vino salió, gustó y se agotó enseguida. Luego aumenté un poco la producción, pero la idea sigue siendo venderlo en la zona, por el contrario, el “Alcouce” se vende  mejor fuera. Hay una página que se llama vinosacra.es que lo vende y si no llamando directamente a la bodega se puede adquirir.

¿Cómo se ha portado la vendimia este año?

No muy bien, aunque al principio parecía que había uva, al final no hubo mucha. También tuvimos un problema muy serio con los pájaros, el jabalí sí que lo controlé bastante bien y a tiempo, pero lo de los pájaros fue una locura. Como no hubo otras frutas, se lanzaron a las viñas y controlarlo fue muy complicado. Puse cometas, compré un aparato que emitía sonidos pero no hubo nada que hacer. Afortunadamente la uva que quedó estaba muy sana y era de muy buena calidad.

¿Nos puede adelantar algún proyecto para 2021?

Si todo va bien, en la próxima vendimia espero poner algo nuevo en marcha. Lo que me gustaría es elaborar algún vino blanco, a ver si sale. Tengo toda la esperanza e ilusión puestas en 2021 porque este año ha sido tan malo que por fuerza el que viene tiene que ser mejor.