Los alimentos de temporada, parecen ser los más sanos, los más ecológicos y en algún caso más baratos.

Sanos y sabrosos, suelos ricos, clima idóneo y completando su calendario natural. Y en su recolección podemos disfrutar de todas sus propiedades nutricionales y organolépticas ( texturas, olor y sabor). En el sentido económico (concepto más usado y con frecuencia menospreciado “barato”), al disponer en la misma temporada de los mismos productos, surge la ley de oferta y demanda, por lo que habitualmente disminuyen sus tarifas. Y más ecológicos , ahora llamados Km 0, sostenibles,,, se respetan los ciclos naturales y la zona de producción de los alimentos. Se reduce el gasto energético al minimizar la necesidad de transporte, distribución y almacenaje.

Y alguno se preguntará el motivo de esta introducción, es fácil, hablaremos de VINOS ESPUMOSOS, los grandes olvidados y donde parece que el consumo es en épocas de festividad. Nuestra principal misión sería, desestacionalizar la visibilidad de estos vinos, y que las burbujas estén presentes todo el año.

Champagne, Cava, Vino Espumoso, cada uno de los términos escritos tiene su historia, origen y singularidad, por lo que me centraré en nuestros Vinos Espumosos Gallegos.

Cuatro firmes pasos son los imprescindibles para alcanzar la excelencia: Selección de Tierra– Clima idóneo- Cuidado de la Vid- Y esmero en la Elaboración. Desde hace unos años en Galicia elaboramos espumosos a partir de variedades autóctonas, cumpliendo los límites analíticos estipulados en los Pliegos de Condiciones de los Consejos Reguladores, la normativa nacional y comunitaria referente a los vinos espumosos de calidad.

Actualmente la mayoría, son sin crianza. Pero su evolución en botella ha sido alabada por númerosos críticos, sumilleres, distribuidores y prensa especializada. 

En el caso de los espumosos de Rías Baixas, encontramos que la acidez propia de la variedad albariño, permite a estos vinos prolongar la vida (como ocurre con los vinos tranquilos). El mayor error que cometemos a la hora de probar/catar/degustar un vino espumoso gallego, es comparar. Ante lo nuevo, lo desconocido, a lo que no estamos acostumbrados a probar, no dejamos llevar por referencias y ahí comienza nuestra equivocación. 

Todos sabemos que la variedad “tempranillo”, recibe diferentes nombres (sinónimos) según las zonas de producción, así nos encontramos: Tinta Fina o tinta del País (Ribera del Duero), Tinta de Toro (Toro), Cencibel, Ull de Llebre, Arauxa,,, todas ellas son “tempranillo”, y no sé nos ocurre estar comparando un Rioja con un Ribera, o un Ribera con un Monterrei. Pues de esta forma, cuando disfrutamos de un vino espumoso gallego, debemos de disfrutarlo.

Es evidente, que los pasos a seguir para la degustación o cata de estos vinos, debemos de tener en cuenta las siguientes indicaciones: espuma, tipo de burbuja y perlaje.

Espuma, una vez que se sirve en la copa, si es débil, mediana o persistente.

Tipo de Burbuja: finas, medianas o grandes.

Perlaje: lento, mediano o rápido.

El consumo del Vino Espumoso no es cuestión de clases sociales, gracias al gran abanico de elaboraciones, opciones y calidades, podemos adaptar la petición a nuestro bolsillo. 

Vinos Espumosos Gallegos, no es mi intención escribir sobre marcas comerciales (que las hay buenas, muy buenas y mágicas), sino de estos vinos con elaboraciones especiales que a nadie dejan indiferentes, que no hace falta la búsqueda de un momento especial, de una fecha o una Navidad. Estas elaboraciones siguen siendo nuestros embajadores, la espuma un paisaje y la burbuja un dialogo de sabores.

Busca, prueba, aprende y encuentra , el perfil de ese vino espumoso gallego, que si algo podemos presumir es de artesanos, tradición vitivinícola, producciones únicas y singulares.  Y en estas fechas recuerda que lo importante es con quién vas a compartir pero conqué lo hará único y mágico.!!

Feliz Navidad y pon un Vino Espumoso gallego en tu mesa, para transformar los momentos de la mesa en un deleite para los sentidos.

Nacho Costoya